miércoles, 14 de abril de 2010

MICROCHIP en humanos

Dentro de muy poco tiempo, los médicos podrán acceder a los historiales clínicos de sus pacientes del mismo modo en que los propietarios de mascotas pueden localizar los animales perdidos, esto es, mediante un diminuto microchip implantable bajo la piel.
La Federación de Médicos de América ya ha aprobado el primer microchip para la identificación mediante radio frecuencia de uso en humanos. Conocido como "Verichip" (microprocesador verificador), el dispositivo ha sido diseñado para ayudar a que los médicos tengan un acceso inmediato al historial clínico del paciente. Su tamaño aproximado es el de un grano de arroz, y contiene una clave de verificación de dieciseis dígitos detectable por un escáner. Éste emite una pequeña cantidad de frecuencia de radio que activa el chip para que, a su vez, retransmita el número al escáner. Un sistema similar de implantación de microchips se viene usando en la identificación de mascotas y de todo tipo de animales domésticos y de ganado.
Se recomienda que el Verichip se implante en el triceps, entre el codo y el hombro del brazo derecho. La inserción se realiza mediante un procedimiento breve y sencillo, sin hospìtalización, y con anestesia local.
Dentro de su clase, el microchip supone el primer método patentado y comercializado de etiquetado para humanos. Hasta ahora, y desde el año 2002, se han vendido más de ocho mil (8.000) unidades a los distribuidores, según la firma Applied Digital, con sede en Florida, creadora del Verichip. Los distribuidores son médicos acreditados por esta compañía que compran, revenden y administran los microchips. La implantación del dispositivo sólo requiere una inyección, y tiene un coste de aproximado de doscientos (200) dólares. La tecnología de identificación por radio frecuencia (RFID) empleada para el funcionamiento del Verichip ya ha comenzado a revolucionar los negocios de fabricación, comercialización y seguridad de este tipo de dispositivos.

MICROCHIP BIOLÓGICOS

Durante las últimas décadas, las ciencias biológicas, especialmente la genética y la biología molecular, se han centrado en el descubrimiento de los miles de genes que contiene nuestro código y de la función que producen las proteínas codificadas por él. Gracias al Proyecto Genoma Humano.
Este conocimiento demanda herramientas que permitan el estudio de múltiples eventos. Por ejemplo, descifrar cuál es la expresión de miles de genes en una célula de una glándula prostática sana frente a los de una procedente de un cáncer de próstata.

La integración de la tecnología desarrollada en el campo de los ordenadores, el microchip, junto con métodos de bioquímica, de biología molecular y la síntesis de fragmentos de ADN sobre plataformas sólidas, ha creado un instrumento que lo permite: el microchip biotecnológico. Con él se puede obtener, en poco tiempo y a partir de experimentos convencionales, miles de datos. El coste es mucho menor que el que se estimaba hace unos años.

Al principio, se utilizó para descubrir nuevos agentes terapéuticos. Sin embargo, recientemente varias compañías han optado por elaborar biochips para identificar las mutaciones que muestran algunos genes específicos y que juegan un papel relevante en ciertas enfermedades tumorales, como el gen p53 en el cáncer de colon y de mama.

También se están produciendo biochips que incorporan de 40.000 a 70.000 secuencias génicas y permiten el estudio comparativo de la expresión de células normales frente a las tumorales, de cánceres agresivos frente a otros de comportamiento más benigno y de los casos que respondieron a ciertos tratamientos frente a los que presentaron resistencia.

martes, 13 de abril de 2010

MICROCHIP en animales

Se utilizan principalmente para su localización e identificación.

TIPOS DE MICROCHIP

Inyectables

Se introduce mediante un inyector similar a un trocar, que por medio de un émbolo empuja al chip una vez atravesada la piel. Dispone de un circuito electrónico biocompatible, recubierto de una delgada capa de aralyne (elemento similar al látex) por lo que no existe rechazo por parte del organismo y, al ser inyectado bajo la piel, el organismo forma una delgada capa de proteína que lo fija en el sitio de implantación, evitando su desplazamiento o migración.
Es capaz de almacenar datos numéricos y está preparado para emitir unas ondas que el lector traduce en números.Los modelos de microchips
inyectables AVID son:

Friendchip: Microchip inyectable en jeringa completa esterilizada de un solo uso.

DNA: Microchip inyectable en aguja esterilizada de un solo uso para utilizar con el aplicador de pistola AVID3003. El conjunto está diseñado para aplicaciones intramusculares en caballos o animales de renta.

MUSICC
: Dispensador de 25 microchips esterilizables con una solución fría.Este sistema está especialmente concebido pensando en los laboratorios de experimentación por su bajo coste y la posibilidad de reutilización de los microchips.


BULK: Microchips inyectables y esterilizables destinados a la identificación en el campo animal o en el industrial.



Bolos
El bolo ruminal es un microchip que está destinado a la identificación de rumiantes por vía oral.


El bolo ruminal: es un microchip encapsulado en material biocompatible. Está destinado a la identificación de rumiantes por vía oral.

Crotales

Están destinado a la identificación externa de animales de abasto (vacuno, ovino y porcino).
Crotal electrónico: Marca auricular de plástico que contiene un microchip

Pinzas: Las pinzas para la aplicación de crotales electrónicos AVID

Industriales

Tarjeta de plástico: La tarjeta de plástico Avid incorpora un microchip que funciona por radiofrecuencia.
Al igual que los demás microchips de AVID, la tarjeta incorpora un microchip de 64 x 44 mm pasivo, que sólo se activa a través de un lector o transceiver.

Yellow Tag: El yellow tag es un microchip alojado en una cápsula redonda, de 3,2 mm de diámetro.


Los ultimos experimentos realizados en animales han sido la implantación de microchips con componentes electrónicos a las células neuronales del cerebro de una babosa.

¿Qué es un microchip en un ser vivo?


El microchip es un receptáculo de cristal que contiene una cápsula electromagnética y numerosos «chip» de silicio.

Cuando se transmite una señal de frecuencia al microchip, la espiral de su interior genera una corriente eléctrica -un efecto que fue descubierto por Michael Faraday hace muchos años- que se utiliza para conducir el circuito del «chip» de silicio, y transmite una señal de 64 bits.

La señal puede ser captada por un receptor que se instale en un edificio inteligente. Mediante un ordenador, puede reconocer el código, que es único, e identificar al individuo en cuestión.

En el caso de microchips instalados en animales, encontramos que la memoria del dispositivo electrónico permite almacenar un código de 16 números que combinados entre sí dan una posibilidad de 30 Trillones de combinaciones, lo que significa que cada microchip es único y no tiene posible duplicidad.

El microchip es pasivo, es decir que no emite ninguna señal por sí solo y no lleva dentro ninguna batería para su funcionamiento. Esto lo hace un sistema de identificación permanente.

También se estudia la aplicación directa de los circuitos, sin cápsula. Sin embargo, parece ser que los chips introducidos directamente en un organismo no sobreviven más de una semana. A partir de entonces empiezan a deteriorarse.